Poema original de Tolkien. Traducción del DTI de la UAN. Música inspirada en algunas melodías de Paco Ibáñez.
La oscuridad donde los Mewlips moran
es como tinta, húmeda y negra,
y lenta y suave su campana toca
mientras te abismas en la ciénaga.
Te sumerges en limo, si te atreves
a golpear, llamando a su puerta,
mientras miran las gárgolas, sonrientes,
y derraman aguas infectas.
Junto al podrido pantanal lodoso
lloran los sauces encorvados
y los cuervos se yerguen tenebrosos,
graznando según van soñando.
Sobre las Montañas Merlock, por fatigoso camino,
donde son grises los árboles, en un valle enmohecido,
a la orilla de un estanque sin viento y marea, oscuro,
sin ver el sol ni la luna, están los Mewlips ocultos.
Los sótanos donde los Mewlips yacen
son húmedos, profundos, fríos,
con un solo candil de luz menguante;
allí cuentan oro amarillo.
Mojada la pared, gotea el techo;
por sobre el suelo, sus pisadas,
van suavemente, con un chapoteo,
furtivamente hacia la la entrada.
Espían con malicia; van buscando
un hueco sus sensibles dedos,
y cuando han concluído, con un saco
se llevan y guardan tus huesos.
Sobre las Montañas Merlock, por la senda solitaria,
allende el marjal de Tode, y la sombra de la araña,
por los árboles colgantes, cruzando la hierba de horca,
vas y encuentras a los Mewlips, vas y a los Mewlips engordas.