Era un 20 de marzo cuando la vio,
mientras se reponían de su sufrir;
y el amor en las Casas de Curación
surgió pronto entre Eowyn y Faramir.
Su hermosura de princesa
de los épicas praderas de Rohan,
y esa estampa de nobleza
que es la misma del Isen a Celebrant.
Y en duelos y llantos
de un bardo los cantos
rogándole van:
NO TE VAYAS DE LA MARCA.
Si no quieres que me muera, Eowyn,
vuelve con los Rohirrim;
NO TE VAYAS DE LA MARCA;
que tienes sangre real;
no te vendas a un imberbe Senescal.
Ahora luce radiante su pelo al sol
en los élficos valles de Ithilien;
la disfrutan los hijos de Númenor
la que fuera la gloria de Theoden.
No te olvides, Blanca Dama,
de la sangre de eorlingas que hay en ti.
Hoy la Marca te reclama;
no nos robes tu hermosura carmesí.
Retorna a tu gente;
un pueblo sufriente
suspira por ti.
NO TE VAYAS…