No sé si muy ortodoxa, pero pretende ser una zamba (ritmo popular argentino).
La memoria de los hombres
habla de un viejo traidor
que de noche y a escondidas
entregó a Barahir al dictador.
Le llaman el Desdichado
porque desdichas causó;
toda la luz de Dorthonion
en ceniza fría por él quedó.
Pero escúchenme bien
lo que voy a contar:
yo comprendo esa vieja traición.
Pues no fue, les digo, tortura ni miedo
lo que conmovió a aquel corazón:
Fueron los lamentos, fueron los suspiros
que en el negro bosque de noche escuchó:
la tierna voz de su amada
que allí cautivada llamaba a su amor (bis).
Te envidio, Gorlim, te envidio
pues tienes un amor por el que traicionar.
Y si otros te hablan con ira
yo hablaré de tu honor y de tu dignidad (bis).
Pero ningún bien se obtiene
de manos de la maldad:
el Señor de las Mentiras
con un sortilegio le hubo de engañar.
Su amada ya estaba muerta:
¡triste destino el de él,
traicionar por una sombra
a su noble hermano, su amigo fiel!
Mas no sé lo que yo no querría entregar
por poder tal tesoro tener:
una voz amada, que para salvarla
entregar mi fe, mi pueblo y mi hogar.
Porque una sonrisa es más que una vida,
más que trece vidas, y más que un millar.
Quisiera morir tu muerte
por haber vivido tu felicidad (bis).