Después de toda una vida de obediencia y peloteo.
Después de toda una vida sin que te vieran el pelo.
Después de toda una vida sirviendo al negro Morgoth.
Destinado a servir bien y a repetir «Sí señor».
Después de toda una vida los Valar a Morgoth pillan,
Y tú te vuelves «mortal»; camuflado no te verían.
De pronto un día, te lo montaste por tu cuenta y mira
Lo que saldría; una oportunidad tú tendrías.
Y te fuiste al Oeste a engañar a los hombres,
Y a esos tontos Valar a vacilarles.
Desde que se hundió aquella isla, en vez de Annatar
Te llamamos Sauron el Maia.
Después de toda una vida planeando una venganza
Contra Manwë y sus colegas y contra aquella alianza
Que tenían con los hombres por derrotar a Melkor,
Se te ocurrió un buen engaño y te fuiste a Númenor.
Después de toda una vida esperando aquel momento,
Por fin se marchan los hombres de Tar-Calion a su encuentro.
De pronto un día, los Valar se cabrean mucho y mira
Lo que te pasa, una tempestad todo lo arrasa.
Númenor se va a pique; tú te hundes con ella.
«¡Maldición! ¿Por qué subió la marea?»
Desde que se hundió aquella isla, en vez de Annatar
Te llamamos Sauron el Maia.