Buscando a Nimrodel

  • Autor: Eleder

  • Nuevamente la barca se ha acostado
    en los valles azules de occidente.
    Nuevamente Amroth sueña cansado,
    y su llama se extingue lentamente.
    En un tiempo el aire azul de Aman
    le llamaba con hálitos voraces;
    pero hoy su corazón se vuelve con pasión
    por caminos angostos y feraces.

    Y ahí está él,
    horadando la niebla con sus ojos,
    vagando su esperanza por los abrojos
    de los bosques de Erui y Calembel,
    desprendida su mano lejos del cielo,
    conteniendo la mar con su pañuelo:
    buscando a Nimrodel.

    Las gaviotas le ríen al oído:
    «triste es la soledad de quien espera».
    El pasado que ayer pudo haber sido
    hoy en salas oscuras es quimera.
    Ruge el viento; se lleva la esperanza.
    Los recuerdos le oprimen su desvelo,
    y el agua al salpicar le obliga a recordar
    esas chispas de plata por su pelo.

    Y ahí está él…

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