Por fuera es la ternura
de la sonrisa pura,
como tanta grandeza que acecha en su voz,
como el recuerdo triste de tantos rencores
guardados muy callados en su corazón.
Ejemplo de madre y padre,
con sus siete semillas solito quedó.
Mimaba al gran Maedhros
por ser él el primero,
seguido por Maglor, Curufin y Caranthir.
No pudo contenerse en su afán de ser padre,
y al cabo de unos años nacieron tres más.
Chicos, no van a pelearse,
que al Señor Oscuro hemos de derrotar.
Dulces mares de amor
navegan en su interior.
Siempre serás el reflejo
de aquel viejo secreto de amor y amistad,
Si hay grandes entre los grandes,
padres como mi padre tienen un lugar.
Quiso rehacer su vida
cruzando el mar oscuro,
y entre besos y aplausos partió de Aramán,
y aunque algunos digan distintas mentiras
todos en Valinor llegaron a extrañar
al más grande entre los elfos
el de mirada dulce y sabia piedad.
Quisiera agradecerte, yo particularmente,
por encender tus luces en mi oscuridad,
por sentirme tu amigo, por darme el abrigo,
por no dejarme solo ante la adversidad.
Y entre balrogs de por medio
me hiciste un gran guerrero que orgullo me da.
Grandes joyas de luz
con sus manos forjó.
Siempre serán el reflejo
de aquel gran esplendor que viviera en Amán.
Para Fëanor el más grande,
con cariño su hijo hoy le quiere cantar.