En algún lugar de Barad-dûr
olvidaron construir
un lugar donde no haya que luchar
y un orco libre pueda vivir.
Y en la guerra mueren muchos
sin poder ver la «vida»,
condenados, sin quererlo,
mucho tiempo antes de nacer.
No hay camino que salga de aquí
para poder escapar
y si un orco más tiene que morir
a nadie le importa.
Y una horda, cruza el Anduin
y se ven, nueve Úlairi que los guían
a la batalla, mientras gritan
«orcos a vencer».