Me miraste con tu ojo penetrante; me dijiste «Nazgul, querido amigo: un recado yo quiero encomendarte; ven y escucha lo que ahora te digo.
Me ha robado un Bolsón en el norte una pieza de bisutería. Ve a limpiar esa cueva de ladrones; y si la encuentras, acuérdate que es mía».
QUIERO ENCONTRAR UN ANILLO que es lo que se lleva ahora; QUIERO ENCONTRAR UN ANILLO, pequeñito y poca cosa.
UN ANILLO ENCONTRARÉ, YA ME LO DECÍA SAURON: «MIRA A TI QUÉ BIEN TE SIENTA EL QUE YO TE HE REGALADO».
Cabalgué sin cesar los Campos Gladios; recorrí palmo a palmo el Bosque Negro; devasté una aldea de medianos; negocié con Dain el Pie de Hierro.
Atisbé por las ruinas de Tharbad, y no supe nada del anillito. Ahora voy a mirar en la Comarca: si no lo encuentro soy un Nazgul frito.
QUIERO ENCONTRAR UN ANILLO…