Algún gracioso puso esta alegre cancioncilla en boca de Fëanor, quien se la dedicó a Fingolfin una vez arrasaron Alqualondë. El segundo había disfrutado hasta tal punto los besos que una botella de limpë le brindaba, que no se dio cuenta de que su hermano mayor había preconcebido ya dejarlo abandonado y resacoso en la orilla equivocada. Nuestro juglar no cayó en la cuenta de que, para haber cantado esto, Fëanáro debía hacer gala de un poder profético del que nunca ostentó, cosa extraña en él...
Si mis Silmas se llevara Morgoth
Lo seguiría por tierra y por mar;
Si por mar en un barco Teleri,
Si por tierra, por el frío glaciar.
Y si acaso yo muriera en Mithrim,
Y si cayera en la Dagor-nuin-Giliath,
Hijos míos, por Mandos os ruego
No dejéis piedra sobre piedra en Angband.
Si mis Silmas se los guardara otro
Mis siete hijos se habrían de vengar,
Y arrasarían con quien se opusiera
Como ocurrió con Eluchíl en Doriath.
Coro:
Y si acaso yo muriera en Mithrim,
Y si cayera en la Dagor-nuin-Giliath,
Hijos míos, por Mandos os ruego
No dejéis piedra sobre piedra en Angband.
Si mis Silmas se llevara Morgoth
Lo seguiría por tierra y por mar;
Si por mar en un barco Teleri,
Si por tierra, por el frío glaciar.