Sin piedad, sin razón
Otra vez cae el telón
El cuento que he leído tantas veces…
¿Es el final de mi canción?
¿Termina en muerte, separación?
Nuestra historia iba a ser diferente…
Él y yo
Hijos de dos linajes
No han de entrelazarse
Él y yo, lo sé, no va a haber un
«nosotros»
… No
Déjalo ya
No funcionará
Tú eres Elda; él es Adan
Él no se rendirá
Yo aún puedo luchar
Nuestro destino va a cambiar
Y si Eru no lo quiso así
¿Por qué aún tengo fe?
No, esto no es el final.
Él nació con el Sol
Y donde va sólo hay dolor
Yo seré la noche que lo abriga.
Elda él, yo Adaneth
Un muro que no va a caer
Él la vela y yo la polilla…
Somos hoy
Hijas de dos linajes
Que no han de entrelazarse
Pero ahora lo sé
Mi historia se refleja en ti
Y Luz habrá
Más allá de Aman
Relatos que se trenzarán
Tú me inspirarás
Me recordarás
La esperanza se alzará
Y nuestras voces se unirán
Porque aún tengo fe…
“Nunca dije que fuera mi esperanza.
Y, aunque así fuera, seguiría gritando:
¿por qué esta herida aquí y ahora?
¿Por qué hemos de amaros, y habéis de amarnos (si lo hacéis), y sin embargo mantener el abismo que nos separa?”
(A-aah-aaaah-aaaaaah)
“Yo era joven y contemplé su llama, y ahora soy vieja y estoy perdida.
Él era joven y su llama se inclinó hacia mí, pero se alejó y es joven todavía.
¿Compadecen las velas a las polillas?”
“Por un año, un día de la llama
yo lo hubiera dado todo:
pueblo, juventud y la esperanza misma:
Adaneth soy».
(Solo)
No es el final
Puedo ver que hay
Una luz en la oscuridad
Todo va a cambiar
Escribiré una frase más
El dolor se llevarán
a través del Mar…
Nacerá la Estel.
No es nuestro final
¿Es el final?
Aún ha de llegar
Lo voy a cambiar
Daremos voz
A la libertad
No es el final No es el final No es el final Lo voy a cambiar